Venezuela es un territorio, al que, primero que a ningún otro de América de sur, llegan las nuevas doctrinas filosóficas y políticas de la ilustración. Estas se van difundiendo y tomando cuerpo, especialmente en las altas esferas de la sociedad caraqueña. Su influencia se acrecienta después de las revoluciones norteamericanas y francesas, hechos transcendentes que hacen ver la posibilidad de su aplicación práctica en una novedosa organización política, social y económica de las naciones.
Las nuevas concepciones sirven de inspiración, por ejemplo a Manuel Gual y José Maria España, quienes en su programa revolucionario contemplaban entre otras cosas, la abolición de la esclavitud y los monopolios; libre comercio; supresión de los tributos e igualdad entre las clases sociales. El acuerdo de la audiencia de caracas en relación con esta conspiración es un documento que expone claramente hasta que punto los principios filosóficos y políticos de la ilustración habían penetrado en la sociedad venezolana de aquellos tiempos.
Proyección de los conflictos internacionales de las colonias europeas de América (estados unidos y Haití) y especialmente en las de España.
Ya en una ocasión se dijo que los conflictos internacionales que se suscitaron en la Europa del siglo XVIII, producto de la rivalidad entre las grandes potencias de la época, se reflejaron favorablemente, en las colonias de ultramar, y, específicamente, en las colonias de España en América. Inglaterra, por tratados diplomáticos originado por las guerras, o por ocupaciones subrepticias, logro anexarse mas posesiones en el área española América central y del sur. La isla de trinidad integro, como una provincia más, la capitanía general de Venezuela creada en 1777.
Dicha isla fue luego ocupada mediante el empleo de la fuerza militar por los ingleses desde 1797; y, posteriormente, paso legalmente a ser territorio de Inglaterra, por medio del tratado de amiens del 25 de marzo de 1802.
Dichas pugnas condujeron al apoyo y colaboración que tanto franceses, españoles y holandeses, prestaron al movimiento de independencia de estados unidos.
Posteriormente Inglaterra contribuye con la penetración y disfunción se los ideales revolucionarios en las colonias francesas, como Haití; y españolas-americanas, para luego instigar, apoyar y participar en conspiraciones que persiguen la independencia.
Movimientos independentistas de Venezuela
En 1.770 se inician en Venezuela los movimientos preindependentistas. Es a finales del siglo XVIII cuando comienza a manifestarse el descontento y las rivalidades existentes en la Venezuela colonial. Movimientos como Gual y España, Francisco de Miranda dieron curso a la gesta de la independencia de Venezuela y no menos importantes otras manifestaciones de descontentos.
José Leonardo Chirinos se alza
José Leonardo Chirino fue hijo único de una indígena libre y de un negro esclavo perteneciente a una familia criolla; es entonces, un zambo libre. Se casó con una esclava llamada María de los Dolores con quien tuvo 3 hijos: María Viviana, Rafael María y José Hilario. José Tellería, rico comerciante y síndico procurador de Coro, solía realizar viajes de negocios a las Antillas, y en más de una ocasión Chirino se embarca como acompañante. Parece que es en el territorio del actual Haití, donde el zambo establece un más intenso contacto con las ideas y la práctica revolucionaria que tuvieron su epicentro en Francia; la noticia del momento son los levantamientos de esclavos liderados por Toussaint-Louverture y las tendencias republicanas que pugnan por imponerse sobre el régimen colonial.
José Tellería se entera de tales convulsiones y la cuestión le preocupa, Chirino también está al tanto, pero esto, en lugar de preocuparlo, lo estimula: eso de libertad e igualdad tenía que estimular a alguien que jamás ha visto un movimiento similar en Tierra Firme.1Asimismo, estableció contacto con el proceso que se vivía en Haití donde los negros esclavos se habían levantado contra los blancos y estaban luchando con éxito para obtener su libertad. De regreso a Venezuela se incorporó a un grupo de conjurados que se reunían en el trapiche de la hacienda Macanillas (Curimagua, Edo. Falcón), entre los que se encontraba José Caridad González, un negro congolés muy informado de las ideas de la Revolución francesa.
Todo esto le sirvió a Chirino para encabezar el 10 de mayo de 1795 un movimiento armado desde la mencionada hacienda. Tras el fracaso de esta insurrección, Chirino fue perseguido y hecho preso por traición de un amigo en agosto del mismo año. La Real Audiencia de Caracas lo condenó a la horca y una vez ejecutada la sentencia el cuerpo de Chirino fue descuartizado el 10 de diciembre de 1796.
Este levantamiento escenificado en la serranía de Coro por un conjunto de esclavos e indígenas tuvo por objeto la abolición de los esclavos y la supresión de los numerosos impuestos, así como el establecimiento de un régimen inspirado en el haitiano (la Asamblea Nacional francesa había otorgado la ciudadanía a los hombres libres de color en 1792).
Antecedentes
Distintas causas dieron origen a este movimiento. La variable condición en que se encontraban los negros, que eran unos libres y otros esclavos; la de los indios, que eran respecto a los tributos, unos exentos y otros demorados (la demora era la obligación de trabajar en las minas 8 meses al año). En el trato de los unos con los otros, tanto los negros esclavos como los indios “demorados” se daban cuenta de lo injusto de su situación. Así estaban las cosas cuando circuló el rumor de que el Rey de España Carlos IIIhabía acordado flexibilizar el régimen de la esclavitud; se decía que la cédula que esto ordenaba habría llegado a Venezuela, pero las autoridades coloniales y especialmente el Cabildo de Caracas se oponían a darle cumplimiento, por ser atentatoria a los derechos de los propietarios.3 Este rumor fue dispersado desde 1770 por un africano conocido como Cocofio. Después de su muerte en 1792, esta constante insistencia sobre la libertad de los esclavizados fue retomada y reactivada por los cimarrones africanos procedentes de las colonias holandesas, francesas e inglesas. Varios centenares de estos cimarrones que se fugaron de las colonias extranjeras se refugiaron en la región de Coro, donde existían diferentes vías que abrían el paso a los esclavizados africanos insulares que se liberaron.
La idea de implantar lo que entonces era conocido como "La Ley de los Franceses", que no es otra cosa que la República, el legado fundamental de la Revolución Francesa, va ganando adeptos entre los negros esclavos y libres, zambos, indios y mestizos. Pero el detonante decisivo de las convulsiones de 1795 es de orden más pragmático, más doméstico. Por esos días ejerce funciones de recaudador de rentas Juan Manuel Iturbe, a quien suele pasársele la mano a la hora del rigor y los castigos, y es contra esa situación en particular, que humilla y enardece a los labradores, que Chirino se levanta en armas. La otra figura descollante de la rebelión es el negro José Caridad González, un hombre culto y defensor de los derechos de los esclavos.
Insurrección
El 10 de mayo de 1795 el movimiento se gesta y comienza a expandirse en la mencionada hacienda de Macanillas, cerca del Valle Curimagua; los alzados buscan tomar algunas propiedades de la zona, con la idea de incorporar hombres a la revuelta antes de llegar a Coro, como lo hacen en efecto bajo el mando de Juan Cristóbal Acosta, pues Chirino se queda para organizar otro grupo.
Los insurgentes proclamaron abiertamente sus objetivos:
• La aplicación de la “Ley Francesa”, significando el establecimiento de una república democrática;
• La libertad de los africanos esclavizados y la abolición de la esclavitud;
• La supresión de tributos pagados por los indígenas (demora) y los impuestos como la “alcabala”;
• La eliminación de la aristocracia blanca.
El dominio ejercido por la sociedad criolla en las regiones tomadas por los alzados entra en crisis; en las haciendas que caen en poder de estos se impone la supresión de la esclavitud, la eliminación de los privilegios y de los impuestos de alcabala.
La idea inicial de llegar a Coro sufre un primer contratiempo luego de los éxitos iniciales, ya que los alzados deciden permanecer en las zonas tomadas. En el entretiempo, la sociedad criolla tiene oportunidad de organizarse y de conseguir refuerzos, enteradas las autoridades de que las armas que en el llano, al sur de Coro, tomaron posiciones; llevaban, además de otras armas de fuego, 2 cañones pedreros. Cuando los negros acometieron desordenadamente, sus columnas fueron destrozadas. En la corta refriega murieron 25 negros y quedaron 24 heridos.
Consecuencias
Este movimiento, de hondas raíces sociales, llamó la atención de las autoridades coloniales sobre las diferencias existentes y las injusticias, particularmente en lo tocante al cobro de impuestos a las clases humildes. Aunque fracasó, no fue estéril, porque a la postre se redujeron los impuestos y se cobraron con sentido más humano.5 Además esta insurrección es considerada por los historiadores como el primer movimiento preindependentista de Venezuela, que abrió el paso para los movimientos de José María España y Manuel Gual, Francisco de Miranda y hasta para el de Simón Bolívar.
La Conspiración de Gual y España
Movimiento revolucionario organizado en La Guaira y Caracas en 1797, por Manuel Gual y José María España; puede ser considerado como uno de los antecedentes más cercanos de los sucesos del 19 de abril de 1810. En relación a sus máximos dirigentes, tenemos que el primero, guaireño, era militar retirado (capitán), hijo de un oficial que unos 50 años antes había defendido al puerto de La Guaira contra los ataques navales de los ingleses. El segundo desempeñaba el cargo de teniente de justicia de Macuto. En términos generales, se trató de un proyecto revolucionario igualitario, republicano y democrático, con proyección hacia el resto del continente. En la conjura participaron individuos de todas las clases sociales, exceptuando a los mantuanos. En tal sentido figuraron entre los conjurados comerciantes como Manuel Montesinos Rico; los abogados criollos Nicolás Ascanio y Luis Tomás Peraza; los ingenieros militares Patricio Ronán y Juan Lartigue de Condé (francés al servicio de la monarquía española); funcionarios de la Real Hacienda como Joaquín Sorondo, Juan José Mendiri, Martín Goinaga; y el párroco de La Guaira, Juan Agustín González. También formaron parte de la conspiración abogados y letrados, así como muchos artesanos, es decir: albañiles, zapateros, herreros; muchos sargentos, cabos y soldados, unos pardos y algunos blancos. En síntesis, se trataba de una rebelión de gente de lo que podía ser considerado como un sector medio, que pretendía hacer de la provincia de Venezuela una república democrática independiente.
En la conspiración de Gual y España desempeñaron un importante papel varios revolucionarios españoles que encabezados por el educador y escritor Juan Bautista Picornell, habían pertenecido a una logia masónica madrileña que había organizado en la capital de España un golpe de Estado que tenía como propósito derrocar el régimen monárquico e instaurar una República al estilo de la francesa. Este movimiento en el que también estaban implicados el profesor de matemáticas Sebastián Andrés y el de humanidades José Lax, así como el miembro del Real Colegio de Pajes, Manuel Cortés Campomanes, debía estallar el 3 de febrero de 1796, día de San Blas. Pero los mismos fueron delatados antes de lograr su objetivo siendo apresados, juzgados y condenados a muerte, pena que les fue conmutada por la del encierro en predios de América, gracias a la intervención del embajador de Francia. En diciembre de 1796 y a comienzos de 1797, los 4 conspiradores europeos fueron llegando al puerto de La Guaira, donde se les encerró en las bóvedas. Al poco tiempo Picornell y sus compañeros entraron en contacto con Gual y España, reforzando sus ideas revolucionarias. El movimiento que tuvo su foco en La Guaira desde donde se extendió rápidamente a Caracas; contó con un conjunto de documentos teóricos e instrucciones de carácter organizativo práctico. Inclusive se previeron cantos revolucionarios como la Carmañola americana, inspirada en su homónima francesa, y una canción americana surgida de la propia entraña del medio social, aunque con influencia de La Marsellesa.
Entre los meses de abril y junio de 1797 se realizaron diversas reuniones de los conjurados, en casa de España, en la de Ronán, en la de Mendiri. Gual quien no vivía en La Guaira, sino en Santa Lucía, asistía también a dichos encuentros, alojándose en casa del ingeniero Ronán. En una de las reuniones celebradas en casa de España, éste exhortó a los presentes a derramar su sangre por la patria si fuese preciso, a la vez que recibía su juramento de fidelidad y les exhortaba a guardar secreto. Los conspiradores se llamaban entre si "hermanos", expresión que funcionaba además como santo y seña para reconocerse. Asimismo, como símbolo de su movimiento crearon una escarapela de 4 colores (blanco, azul, amarillo y rojo), el cual representaba las 4 etnias que participaban en él: blancos, pardos, indios y negros. La primera acción llevada a cabo por los conspiradores fue la de organizar la fuga de los presos españoles que se encontraban en las bóvedas del puerto de La Guaira, hecho que se efectuó el 4 de junio, con la complicidad de los carceleros. No obstante, vale la pena señalar que para ese momento sólo existían 3 prisioneros, pues José Lax había sido trasladado poco antes a Puerto Cabello. En cuanto a Sebastián Andrés, después de fugarse, subió a Caracas, donde fue arrestado el día siguiente. Por su parte, Picornell y Cortés Campomanes se escondieron en un lugar llamado La Vigía de Chacón, cuyo vigilante, un soldado pardo, los protegió hasta el 16 de junio, cuando pudieron salir hacia la casa de España en Macuto; desde donde se arreglaría su salida a Curazao el 26 de junio. De Curazao, Picornell y Cortés pasaron a la isla de Guadalupe, colonia francesa. Desde allí o en la ciudad de Santo Domingo (que en esta época estaba también dominada por los franceses), Picornell hizo imprimir numerosos ejemplares de La Canción Americana, cuyo estribillo decía: "... Viva tan solo el Pueblo/ el Pueblo Soberano./ Mueran los opresores, / Mueran sus partidarios.... " y más de 2.000 del folleto titulado Derechos del hombre y del ciudadano, con máximas republicanas y un discurso preliminar dirigido a los americanos, con el pie de imprenta apócrifo "Madrid, en la imprenta de la Verdad, 1797". Luego de esto, se dedicó a promover su introducción clandestina en Tierra Firme.
Mientras tanto en La Guaira la conspiración seguía su curso. En tal sentido, el movimiento fue fijado para el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen. El comerciante Manuel Montesinos Rico, quien vivía en Caracas, había recibido de Gual el encargo de promover la conspiración en la capital. El 11 de julio, Montesinos intentó captar para el movimiento al oficial de Milicias de Pardos, insinuándole que facilitara a los conjurados el acceso a la armería del cuartel el día 16. No obstante, Chirinos no se dejó convencer y habló con varios compañeros y luego con el capellán de su batallón y éste con uno de los párrocos de la catedral, por que la noticia finalmente llegó a oídos del gobernador y capitán general Pedro Carbonell ya avanzada la tarde del día 13. El primero de los conjurados en ser arrestado fue Montesinos Rico, en cuya casa fueron encontrados documentos revolucionarios, algunos escritos por él y otros por Picornell. Entre estos manuscritos se encontraban las Ordenanzas, las cuales comenzaban de la siguiente manera: "... En el nombre de la Santísima Trinidad y de Jesús, María y José, amén...", a lo que seguían 44 artículos en los que se establecían las bases del nuevo gobierno revolucionario, declarando que el movimiento era hijo de "la razón, de la justicia y de la virtud", que la esclavitud quedaba abolida y que los 4 fundamentos de los derechos del hombre eran "igualdad, libertad, propiedad y seguridad". Gual enterado de la captura de Montesinos, bajó a La Guaira en la noche del día 14 con la intención de adelantar el estallido del movimiento. Sin embargo, al desistir Ronán de su participación en la conspiración, Gual y España decidieron partir rumbo a las Antillas. El objetivo de los conjurados, luego de haberse apoderado de La Guaira y Caracas, era enviar comisionados a las capitales de las provincias de la capitanía general y a otras poblaciones importantes, con una copia de las Ordenanzas y una circular dirigida a las autoridades de cada lugar en las que se les conminaba a sumarse al movimiento.
La reacción de las autoridades españolas ante el movimiento conspirativo no se hizo esperar, siendo detenidas numerosas personas tanto en La Guaira como en Caracas. Por la captura de Gual y España quienes recorrieron Curazao, Guadalupe, Martinica, Saint Thomas, Saint Croix y Trinidad, se ofrecían 500 pesos de recompensa, y en caso de presentar resistencia la cantidad aumentaba a 10.000 pesos por Gual (que era militar) y de 5.000 pesos por España. A pesar de la recompensa que se ofrecía por su captura, España desembarcó disfrazado de marinero en el puerto de La Guaira a fines de enero de 1799, logrando llegar a su casa de Macuto donde pudo esconderse. Allí permaneció unos 3 meses hasta que decidió iniciar una rebelión contra el nuevo gobierno en Caracas de Manuel Guevara Vasconcelos. Denunciado por uno de sus esclavos, España fue arrestado y conducido a la capital a fines de abril. Juzgado sumariamente, fue condenado a muerte el 6 de mayo y ejecutado el 8, en la plaza Mayor de Caracas (actual plaza Bolívar). Otros conspiradores ejecutados fueron el soldado Manuel Pino y el cabo Agustín Serrano en Caracas y el sargento José Ruiseñol, el artillero José Narciso del Valle y el albañil Juan Moreno en La Guaira. Manuel Gual permaneció en la isla de Trinidad, desde donde se comunicó con el Precursor Francisco de Miranda, quien estaba en Londres. En mayo de 1799 Gual publicó una Alocución dirigida a sus compatriotas, excitándoles a seguir combatiendo por la independencia. El 25 de octubre de 1800 murió en San José de Oruña (Trinidad), probablemente envenenado por un espía. Picornell y Cortés Campomanes sobrevivieron.
Aunque la Conspiración de Gual y España fracasó como movimiento revolucionario en julio de 1797 y se extinguió definitivamente con la muerte de sus principales líderes José María España en 1799 y Manuel Gual en 1800, los textos que se difundieron durante la misma tuvieron una considerable influencia en el movimiento emancipador de Hispanoamérica. El documento más importante que emanó de la Conspiración de Gual y España fue el de los Derechos del hombre y del ciudadano con varias máximas republicanas y un discurso preliminar dedicado a los americanos, el cual contenía como parte central el texto de los Derechos del hombre y del ciudadano, traducidos de la declaración francesa que precedió al acta constitucional del 24 de junio de 1793. En definitiva, analizando los documentos relacionados con el movimiento conspirativo de Gual y España, se puede concluir que esta conjura es la de mayor contenido teórico, la más orgánica y completa, con perfecta definición de ideario y fines, de todos los movimientos precursores de la independencia de la América meridional.
Los intentos independentistas del precursor francisco de miranda
Francisco de Miranda realizó dos intentos de invasión en 1806. El primero ocurrió el 27 de abril cuando, acompañado por 200 personas, llegó a las costas de Ocumare . Dos buques españoles capturaron las dos goletas y a 58 personas. El Leander , buque donde iba Miranda, escapó a las Antillas y luego se dirigió a Puerto España, Trinidad, donde el Precursor reorganizó la expedición.
En un segundo intento, Miranda desembarcó el 3 de Agosto en la Vela de Coro, con diez buques y 400 hombres, y el 4 ocupó la ciudad de Coro. Las autoridades españolas habían hecho desocupar la ciudad y los alrededores, de tal manera que miranda no logró entrar en contacto con nadie. Miranda se retiró el 13 de Agosto. Luego se fue a Estados Unidos y después regresó a Inglaterra.
El proyecto de Miranda, el Precursor de la Independencia, combinaba instituciones de Roma, del mundo indígena y del estado monárquico, pero en el fondo lesionaba los intereses de los criollos al incluir la participación popular y la abolición de la esclavitud. Por otra parte, Miranda era visto como un extraño, que había vivido 40 años fuera de Venezuela, y no conocía la situación real de la Colonia. Las autoridades hicieron creer que él era un agente inglés, lo que contrariaba los intereses económicos y políticos de los criollos. Por otra parte, las masas populares desconocían a Miranda; y el Clero se encargó de desprestigiarlo, acusándolo de hereje.
Causas del fenómeno independentista
Las causas internas fueron:
+ Expansión económica
+ Descontento Social
+ Crisis del imperio español
Las causas externas del movimiento de independencia fueron:
• la filosofía de la ilustración,
• la política borbónica,
• la revolución norteamericana,
• la revolución francesa,
• el incremento de lapenetración inglesa en América y
• la invasión de Napoleón Bonaparte a España.
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